The Elder Scrolls Online




La historia de The Elder Scrolls Online cuenta cómo el Emperador ha muerto, dejando un vacío de poder al no tener sucesor, motivo por el cual se desencadena una guerra abierta entre las tres grandes alianzas de Tamriel. Lo interesante es que no luchamos para colocar en el trono a un personaje no controlable de nuestra facción, ya que aquí será un jugador el que asuma dicho puesto, algo que ya os aviso, no será nada fácil de conseguir.


Para poder formar parte de esta guerra, el único requisito será que tener nivel 10, lo cual permitirá unirnos a una de las campañas que estén abiertas. Cada campaña sería el equivalente a una partida, con la diferencia de que estas pueden durar varios días. El objetivo será hacerse con el control de todos los castillos del mapa para poder abrir las puertas de la Ciudad Imperial y hacernos con su control, algo que teniendo en cuenta que hay tres facciones y cientos de jugadores luchando, costará bastante. Eso sí, mucho ojo, una vez os unáis a una campaña no podréis cambiaros a otra hasta que pasen 24 horas. 


El tamaño del mapa es gigantesco y de unas proporciones descomunales para lo habitual en otros juegos del género. Recorrerlo de punta a punta, a pie, y sin que nadie entorpezca, es algo que podría llevarnos perfectamente más de media hora.

Para facilitar la entrada a los nuevos jugadores, se han incluido varias misiones a modo de tutorial que permitirán aprender sus distintas mecánicas, como los teletransportes entre fortalezas conquistadas, el uso de las máquinas de asedio o la importancia de los Elder Scrolls, unas reliquias que potenciarán las estadísticas de todos los jugadores de la facción que los posea.

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