Antichamber, adiós a la lógica


¡Hola Nakamas! Esta vez me toca hablaros de Antichamber, un juego en el que la lógica y las leyes físicas no existen tal y como las conocemos, un juego inspirado en Escher y sus figuras imposibles.

En este juego a penas hay presente un argumento, simplemente nos encontramos ante un gran laberinto irracional, lleno de carteles con moralejas tras cada prueba que superamos. Claro que, en ningún momento se nos propone una dirección clara a la que dirigirnos, ni un objetivo, sólo podemos limitarnos a explorar el laberinto esperando encontrar algo que pueda ser el final. Y, para ello, sólo dispondremos de la ayuda de un mapa de las zonas que hemos visitado, presente en la sala donde inicias el juego.


Antichamber tiene un final, sí, pero no es un final que termine totalmente con el juego, es un final ambiguo, extraño e irracional, como el resto de su extraordinaria mecánica. Puedes llegar a lo que parece ser una salida, pero siempre te habrás dejado zonas por explorar y tendrás que volver al laberinto para encontrarlas y acabar de saciar tu curiosidad.


La mecánica de este juego es simple, nos encontramos ante una primera persona, que consigue meterte en el papel de alguien perdido que no comprende dónde está ni que es lo que ocurre. Pero no estás tan solo, pues cuentas con la ayuda de un arma que irás mejorando durante tu viaje a través de lo desconocido y lo ilógico. Un arma que no dispara ni hace daño a nada, no es necesario, porque en principio, no hay nada en ese laberinto de lo que haya que defenderse. El arma con la que cuentas no es más que un instrumento capaz de recoger Vóxeles  y llevarlos contigo para resolver infinidad de puzzles usándolos para rellenar huecos, construir escaleras, torres, o activar mecanismos que abran las puertas a la siguiente sala, a la siguiente moraleja.

Y es que esa es otra, cada moraleja te hace darte cuenta de que la solución al enigma que acabas de resolver atiende a un principio básico, a algo que no sólo es aplicable en ese mundo irracional e ilógico, si no también en la vida diaria y cotidiana.El laberinto está muy bien planteado, pues puedes perderte en él, puedes volver a salas donde ya habías estado sin darte cuenta, andar en círculos, o incluso puedes hacer uso de estas paradojas para resolver ciertos enigmas.

Hasta aquí mi entrada, quizá ha sido algo corta, pero ciertamente hoy no me sentía especialmente inspirado, hace mucho que jugué a este juego, y, de hecho, hace bastante que no juego a ninguno. En cualquier caso, espero que os haya gustado y aquí os dejo el link al juego en Steam.


1 comentario:

  1. He probado este juego y es una maldita rallada, aunque muy es interesante :D

    ResponderEliminar

Por favor, tenga el máximo respeto a la hora de comentar.