Análisis de Super Hexagon


Buenas, Nakamas, esta vez voy a hablaros de uno de los juegos que más han conseguido engancharme, Super Hexagon. Super Hexagon es un indie que no puede adaptarse completamente a ningún género del videojuego distinto del arcade, es un juego simple pero totalmente innovador.

Esta joya de Terry Cavanagh, mismo creador del conocido VVVVVV, fue ideada estudiando ciertos parámetros que hacen de un juego algo adictivo, que te invita a seguir reintentando la fase una y otra vez. El juego fue lanzado inicialmente para iOS en septiembre de 2012, posteriormente adaptado para Windows y OS X en Steam, y, por último, lanzado para android en la Play Store en enero de este mismo año.

La mecánica de Super Hexagon es, como ya he dicho, muy simple, pero consigue, gracias a ciertos aspectos que me dispongo a explicar, tenerte enganchado bastante rato cada vez que comienzas a jugar. El juego consiste en esquivar una especie de "aristas" que se aproximan a un hexágono situado en el centro de la pantalla, para ello, tu, un pequeño y singular triangulito, deberá moverse en dos direcciones rodeando a dicho hexágono.

Puede parecer fácil, pero el juego intentará por todos los medios hacerte perder el control, haciendo girar el escenario cuando menos te lo esperas, cambiando todo de color constantemente, y creando un entorno psicodélico con intención de marearte y hacerte perder la concentración. No obstante tu sentirás que cada vez estás más cerca de la meta y querrás seguir adelante a pesar de todo.

Como iba diciendo, Super Hexagon dispone de una serie de características capaces de mantener al jugador en el juego durante bastante más tiempo del que cabría esperar en un principio. Para empezar tenemos el tiempo que transcurre entre un Game Over y un reintento, que es poco menos de medio segundo, lo que tarda el jugador en tocar la pantalla, o en el caso de un PC, presionar la tecla o el ratón. ¿O a caso no detestamos los jugadores esas largas escenas antes de volver a intentar una fase que estábamos a punto de superar? Este factor hace de la jugabilidad algo mucho más fluido y rápido y, ciertamente, evita que el jugador deje de intentarlo tras las cinco primeras partidas.


En segundo lugar nos encontramos con la música del juego, varias melodías estilo chiptune compuestas por un tal Chipzel que buscan que el jugador no quiera interrumpirlas, y que, por tanto, se vea obligado a reintentar para continuar escuchando ese entretenido y veloz ritmo que, además, se encuentra perfectamente sincronizado con la velocidad del juego.

Y, por último, pero no menos importante, tenemos la duración de cada partida respecto al tiempo necesario para acabarlas. Cada fase es oficialmente completada al aguantar 60 segundos bajo las amenazantes aristas del hexágono. Simplemente 60 segundos, un intervalo de tiempo corto y perfectamente apropiado para un arcade como este, pues, cada partida acabará antes de esos 60 segundos, pero no mucho antes, la velocidad del juego irá aumentando progresivamente al igual que tu marcador de tiempo, que se te recuerda cada diez segundos, y tu nerviosismo por alcanzar el final, que cada vez se hará más cercano.

Intervalos tan cortos te harán perder la noción del tiempo, te harán creer que llevas jugando mucho menos de lo que realmente has estado así, una partida tras otra, te harán creer en cada intento que esa vez lo conseguirás, que a esa irá la vencida.

Line, triangle, square, pentagon...


Y hasta aquí mi artículo de esta semana, espero que haya sido de vuestro agrado, os dejo aquí el link a la página de Steam, como siempre, y hasta la semana que viene :')

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